
MÉTODO DE TRABAJO
Cada paciente requiere una metodología diferente y saber elegir entre los distintos modelos terapéuticos resulta el mejor sistema para que la psicoterapia funcione y consiga los objetivos. Una formación amplia y ecléctica permite un tratamiento completo y adecuado. El psicoanálisis, la terapia racional-emotiva o una orientación más directiva, pueden ser manejados de manera única o bien mixta, en una perfecta adaptación a los distintos desórdenes a trabajar en la sesión. Así el uso del diván o las grabaciones adaptadas a cada persona, se suman al sistema tradicional conversacional buscando un cambio en la estructura de creencias del paciente, para obtener con ello una mejor adaptación a su entorno.
Las sesiones de psicoterapia tienen una duración aproximada de 50 minutos.
Psicoterapia
La psicoterapia es el arte o la ciencia que ayuda a identificar y después cambiar los modelos de comportamiento que no funcionan, o que no nos llevan a los objetivos deseados.
Las personas mantenemos estos comportamientos porque no sabemos o no podemos encontrar otras maneras de resolver la vida, pero en ocasiones porque de ellos obtenemos algún beneficio sea este consciente o inconsciente. El objetivo de la psicoterapia es determinar qué podemos mantener o qué podemos cambiar para reducir el sufrimiento, de manera que nos resulte más fácil vivir.
Adolescentes
La adolescencia es una etapa de búsqueda que en ocasiones se hace dura y difícil. Supone un cambio, una transición al mundo adulto, que transcurre de manera natural en algunas personas pero no tanto en otras. Tener herramientas adecuadas facilita la adaptación y el buen ambiente familiar.
La psicoterapia ayuda a analizar las conductas, a generar nuevas herramientas que ayuden a los adolescentes a comprenderse mejor a sí mismos, a la vez que aprenden a entender a los demás. Todo ello con un único objetivo: vivir mejor.
Adicciones
La psicoterapia se utiliza como tratamiento de las adicciones a sustancias, mundo en el que los pacientes viven sujetos al consumo de drogas o alcohol como manera de adaptarse a las situaciones de la vida que de otra forma no pueden enfrentar. No siempre es posible llevar a cabo este trabajo de manera ambulatoria o sin ingreso, pero cuando se puede y el entorno favorece y colabora, las sesiones ayudan a que el paciente pierda el miedo y sepa generar estrategias y habilidades. Éstas le permitirán adecuarse mejor a las exigencias del día a día sin ayuda de dichas sustancias.
La adicción es una enfermedad que tiene cura aunque implica sufrimiento y privación. Para llevarlo a cabo es importante que las personas que la padecen, otorguen al terapeuta la confianza absolutamente necesaria para saber aguantar el dolor implícito en el camino de la privación. Abrir la mente a nuevas estrategias, generar nuevos apoyos, trabajar el miedo y generar la fuerza necesaria para encarar la abstinencia, son parte esencial del trabajo.
Trastornos alimentarios (TCA)
Una mala relación con la comida puede suponer un obstáculo importante en la vida de una persona. A una edad crítica como la niñez o la adolescencia, momentos importantísimos en la formación y desarrollo del cuerpo, puede generar desde dificultades en el crecimiento normal hasta incluso interrupciones de la regla en el caso de las niñas. Conductas sociales anormales y dificultades para encajar en la vida familiar por el conflicto permanente con la comida, convierten esta patología en un problema que supera no sólo a la persona que lo padece sino también al entorno familiar.
Las conductas asociadas a este trastorno, pueden llevar a la restricción de alimentos o por el contrario al consumo excesivo, que se intenta en ocasiones compensar mediante el vómito provocado. Éste puede terminar funcionando como un ansiolítico que los pacientes utilizan para controlar otras situaciones que no saben manejar. Así, los TCA afectan no sólo al entorno familiar sino que además, acaban invadiendo otras áreas como la académica o la social.
El trastorno alimentario en edades más adultas también se puede trabajar con psicoterapia. En estas situaciones y teniendo una vida aparentemente controlada, se utilizan con frecuencia los excesos calóricos para compensar las dificultades diarias a modo de “recompensa”. Nuevamente, es necesario generar estrategias que resuelvan los conflictos de manera menos autolesiva y perder el miedo a cambiar este inadecuado sistema de vida.
Esta patología se trabaja a diferentes niveles:
1. Detección temprana del trastorno en niños y adolescentes
2. Psicoterapia en casos de restricción de ingesta
3. Psicoterapia en casos de exceso de ingesta con o sin conductas purgativas
4. Tratamiento de los trastornos emocionales asociados
5. Terapia familiar si procede
Oncología
El cáncer es una enfermedad difícil de encajar porque no está en la “agenda vital” de forma voluntaria. Algunas personas, bien por experiencias pasadas de la vida o porque naturalmente son capaces de generar fuertes estrategias de adaptación, no necesitan la psicoterapia en el tratamiento de la enfermedad. Otras personas sin embargo, pueden servirse de ella para hacer más fácil el camino. A veces porque el psicooncólogo (especialista dentro de la psicología que trata al paciente oncológico) simplemente informa de lo que va ocurriendo durante el proceso llenando al enfermo de estrategias. En otras ocasiones, porque diagnostica y trata problemas emocionales que se añaden al proceso del cáncer.
Mejorar la calidad de vida supone no dejar toda la responsabilidad al oncólogo, sino trabajar la adaptación a la nueva situación.